Es prácticamente un hecho que el COVID-19 ha venido para quedarse entre nosotros. Por eso los dentistas nos adaptamos rápidamente a esta nueva realidad.
A diario estamos expuestos a enfermedades incluso más peligrosas que el COVID-19 Como la hepatitis, VIH, herpes, conjuntivitis, que pueden poner en riesgo a nuestra salud al estar en contacto con saliva, sangre y otros fluidos, como medida de protección y prevención siempre hemos implementado la bioseguridad para nuestros pacientes (esterilizado de instrumental, barreras de protección, material descartable).
Ahora con la aparición del COVID-19 hemos sumado más protocolos para minimizar cualquier posibilidad de contagio estando en la consulta dental, de tal manera convertir la clínica en un espacio seguro y protegido tanto para pacientes como para las personas que laboramos en las distintas áreas.
Con todas estas medidas espero eliminar cualquier tipo de duda o miedo que los pacientes puedan tener durante el tratamiento dental. Por eso podemos garantizar la mejor de las atenciones ademas de todos los cuidados para que pueda sentirse seguro, confiable y tranquilo en nuestra clínica 🙂